CALVARIO Y DESENCLAVAMIENTO DE CRISTO CRUCIFICADO
En el año 2021, en el que la Semana Santa se tiene que vivir de forma diferente por culpa de la pandemia, las Cofradías de La Virgen de los Dolores (Los Negros), San Juan Evangelista y María Stma. de la Misericordia (Los Blancos) y del Santo Sepulcro, se unen para recuperar, una imagen que se vivía en Cehegín, entre los siglos XVI y XIX y que se perdió a principios del siglo XX.
Se trata del Calvario y desenclavamiento de Cristo Crucificado.
La Cofradía del Santo Sepulcro, tiene como titular al Stmo. Cristo Yacente. Una imagen realizada en lienzos de lino estucados y moldeada a mano. Técnica de escultura que facilitaba la fabricación y su uso durante la Semana Santa, por su poco peso y que por aquellos años eran muy habituales, en la Corona de Aragón y posteriormente en la de Castilla.
Al ser esté articulado, por los brazos, cumplía una doble función de Crucificado y Yacente, aunque el paso del tiempo y su deterioro al ser hueco, hizo que para su conservación, en una profunda restauración que se le realizo en 1992, se le pegaran los brazos al cuerpo.
En aquellos siglos, era frecuente la representación del Calvario y Desenclavamiento en nuestra localidad, según diversos escritos consultados.
Solo dos de las imágenes que participaban en el mismo, en aquella época, hemos tenido la suerte de que lleguen a nuestros días. Ntra. Sra. de los Dolores, imagen de la escuela madrileña de 1660, el Stmo. Cristo Yacente, imagen anónima de finales del siglo XVI.
En el siglo XVIII, se incorporó otra pieza que aun conservamos y que es la Cruz de los Penitentes.
En los últimos años de representación de este Calvario, se incorporó la última imagen que también conservamos, San Juan Evangelista, imagen del escultor Francisco Sánchez Araciel de 1900.
Se ha podido volver a ver, aquel Calvario y Desenclavamiento, con las tres imágenes anteriormente comentadas, que en la actualidad son titulares de sus respectivas cofradías y la Cruz del penitente, de la Cofradía del Santo Sepulcro.
Esta escenificación tuvo lugar en la emblemática Ermita de la Soledad, construida en 1.595 y cuna de los desfiles procesionales en nuestra localidad, porque de ella salieron las primeras procesiones. Un marco incomparable para este acto, cargado de la historia más profunda y arraigada de nuestro viejo y querido pueblo.
Nos tenemos que sentir afortunados y privilegiados de poder vivir momentos así con imágenes que aún se conservan a pesar del paso de los siglos, y en un marco incomparable cargado de tanta historia de nuestra Semana Santa y nuestro pueblo.