En ente año 2019 la Cofradía del Santo Sepulcro ha adquirido una nueva imagen, bajo la advocación de “Nuestra Madre en la Soledad del Sepulcro”.
Para colocar la imagen de nuestra madre de la manera mas digna posible, esta Cofradía decide indagar en la historia de su titular y devolver al altar del Santo Sepulcro, el aspecto que este tenia antes de la obra de 1724, como documentare a continuación.
Antes decir que la actuación realizada en el altar ha sido:
Tapar los huecos y pintar con pintura a la tiza, típico de aquella época. Todo el trabajo ha sido realizado, con el máximo cuidado y decoro, siendo reversible todo lo que se ha hecho.
El retablo del altar del Santo Sepulcro es del siglo XVII, realizado en yeso policromado de vivos colores, con un solo hueco donde se coloca la urna del Cristo Yacente, con dos columnas entorchadas sobre plintos.
En la parte superior del hueco, tiene dos arcos gemelos de yeso. El hueco esta decorado, con pintura mural que representa El Calvario, y donde se puede apreciar, una cruz vacía con dos escaleras y el sudario con el que descolgaron a Jesús. En la parte de abajo del hueco tiene tres arcos de yeso, como si fueran tres bóvedas.
En 1724 como así reza en una inscripción, “ESTO SE HIZO A DEVOZION DE Dª MR. VELA A 1724”, se adorno la parte de abajo del hueco con pinturas que simbolizan atributos de la Pasión de Cristo: la espada de Pedro con la oreja de Marcos, un cáliz con las tenazas, los clavos, el martillo, la corona de espinas y un guante.
Toda la parte externa del retablo es una pintura mural del último tercio del siglo XVIII, simulando un manto real.
En el libro de actas de la Cofradía, Cabildo General del 2 de abril de 1718, se habla de la necesidad de hacer una urna para llevar a nuestro señor en la procesión del Entierro con el debido decoro, y para mayor lucimiento de la procesión de Viernes Santo, y así reza textualmente “Hacesele cargo de quatrocientos y ochenta y ocho Rs, y veinte y cinco mars, que dicho mayordomo ha cobrado de diez hermanos maiores a quinze Rs. Cada uno de ofrecimiento que hicieron, y asi mismo de Dª Josepha Vela Vª. De estadha. Villas los treinata reales de Dº Joseph Martinez y lo demas restante ha dha. Cantidad que Asimismo ha cobrado de diferentes vezinos desta Vª. Cuios ofrecimientos ha diso para iuda ha hazer un lecho o uena para nuestro Señor para su hentierro en Viernes Santo los quales orecimientos y otros que no han cobrado constan de una memorial que para en poder de dho maiodomo rubricado del presente secretario, y las partidad que hasta aquí ai cobradas esten rubricadas de dho secretario”.
Esta urna fue encargada al escultor Higinio Quintana, un sepulcro que costo 1,000 reales, los cuales fueron pagados por los cofrades y por suscripción popular, además de la donación de 100 pinos que hizo el Concejo de la Villa para la madera necesaria en la fabricación de la urna, pagándose en 1721 una parte de lo estipulado. La urna se acabo de pagar y se trajo a Cehegín en 1722.
Esta urna era de gran tamaño y calidad, a juzgar por el elevado coste de la misma.
En 1724, como así figura textualmente en el Libro de Actas de la Cofradía. Cuentas de 22 de octubre de 1724. “Dio uy se rezive en data ocho reales que dicho maiordomo a gastado en la obra de la Capilla de el Santo Cristo y poner la urna dentro del tabernáculo de Nuestro Señor”, se realizo una obra que consistió en adaptar el hueco del altar del sepulcro al gran tamaño que tenia la urna.
Hubo que hacer un gran hueco en la parte izquierda, y un hueco menos importante en la parte derecha del mismo. La parte derecha donde el hueco es mayor, se tapo con parte de un lienzo de un cuadro de la época, dejando la pintura original por la parte de dentro, donde se puede ver al Papa con un niño, y simulando por el reverso la misma pintura de decora el exterior del altar.
Además se le hizo un gran rebaje a la columna izquierda para poder sacar y meter con facilidad, la urna todos los Viernes Santos.
Desde 1724 hasta nuestro días, son varias la urnas que ha tenido el Santo Cristo Yacente, aunque solo se tiene constancia de esta de 1724, otra que quemaron en la Guerra Civil Española, y la que se hizo después de la mencionada guerra, a comienzos de los años 40, que es la que ha llegado a nuestros días ya de unas dimensiones mas normales.
Las fuentes de donde se documenta este informe son:
Libros de actas y de cuentas de la Cofradía de la Virgen de los Dolores, Cabildo General.
Libro Historia y arte promovido por la Cofradías. La Ermita de la Soledad de Cehegín (Murcia), de Elena de la Ossa Giménez
Para que conste y sea adjuntado al acta de la reunión de la Junta Central de Cofradías de Semana Santa de Cehegín, celebrada el 8 de noviembre de 2019, firmo y sello en Cehegín a 1 de noviembre de 2019.