El inventario más antiguo de la Cofradía de la Soledad (1666) menciona tres imágenes: Cristo en el Sepulcro, Nuestra Señora y San José con el Niño, esta última esculpida en 1648. A finales del siglo XIX, fue trasladada a la parroquia de Santa María Magdalena, pero en 1936 desapareció junto con otras obras.
La presencia de San José en esta Ermita de la Soledad, dedicada a los difuntos, se explica porque, además de ser Patrón de la familia, también es Patrón de la Buena Muerte.
Esta imagen, tenía un lugar especial en la ermita, pues desde el siglo XVII, los fieles se encomendaban a él con la esperanza de una muerte serena, ofreciéndole limosnas para que intercediera en su tránsito.
Este año, la Cofradía del Santo Sepulcro ha incorporado a la Ermita de la Soledad una imagen de San José, datada en 1924 de la escuela de Olot, donada por dos Cofrades. Con ello, se rinde homenaje a la desaparecida en 1936 y se reafirma el compromiso de preservar la historia, la fe y la identidad de generaciones pasadas.
Imagen de San José - Ermita de la Soledad